Situación sentimental: El amor de mi vida está bien pinche lejos todavia y yo extrañandolo. Sin nada que hacer.
Y es qe para ser sincera no me importa tu ausencia fisica, si no tu presencia en mi mente y corazon...

Solo algo que contar....

La velada había transcurrido llena de altibajos, el portaba la playera lila tan conocida por ella en esos 4 meses de conocerlo, uno jeans que dejaban ver que no era la primera puesta, y su cara delataba que ya tenía unas cuantas copas de más, resultado de la larga noche!
 
Y cuando llegó la hora de irse, ella se acerco inocente a donde el estaba y le dijo “Ya me voy” y cuando él respondió “Por favor no te vayas” las palabras retumbaron en sus oídos. ¿Acaso era cierto lo que le había escuchado? ¿Acaso no quería que se fuera y había superado su miedo? ¿Acaso esta vez por fin le declararía sus verdaderos sentimiento? Los que ella también sentía pero que ambos ocultaban desde hace tiempo.

Sin embargo ni ella creyó lo que sus labios dijeron “Me tengo que ir, ¿después como me iré a casa? Son las 4 de la mañana” La sonrisa en el rostro de él desapareció, aun cuando dio una solución a su problema.. y de repente el curso de aquella emotiva despedida cambio, cuando él la beso muy cerca de la boca y sonrió con aquella sonrisa que cautivaba y continuo diciendo “Recuerdas nuestra platica pendiente?... ya no la esperes más porque nunca llegará!” 

Sus pensamientos chocaron unos con otros dentro de su cabeza, la tierra tembló y algo en su interior se rompió. Aun así con dificultad preguntó el porqué sin obtener una respuesta clara y precisa. Él sólo la tomó de la mano y la acompañó al carro. Se sentía fuera de sí, parecía que el alcohol ingerido estaba causando sus estragos.... 

Una vez frente al carro el solo la abrazo una vez más, la beso en la frente, y le dijo “En verdad no puedo, son muchas cosas…” llevando su mano al corazón y a la cabeza. Ella ya 
no pudo pronunciar palabras, simplemente se subió al carro con una gran desilusión y una tristeza que le invadía el cuerpo. El camino fue largo, solo escuchaba susurros de la plática entablada entre su mejor amiga y su enemiga en cuestiones del corazón.

Al llegar a casa se sentó en el sillón, no podía articular palabra, el cuerpo le dolía y solo rompió en llanto en el regazo de su bffy… 

Léeme a escondidas. Quiéreme en silencio. Extrañame y niégalo